velocidad de aproximación
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CG: nf

CA: Física – Hidráulica; Agua – Hidrología.

CT: El canal donde se ubica la reja se debe proyectar de modo que se evite la acumulación en el mismo de arenas y demás materias pesadas, tanto antes como después de la reja. Para ello habrá que prestar especial atención a la pendiente y a la velocidad de aproximación del agua por el canal. La pendiente deberá ser horizontal o descendiente en la dirección de circulación a través de la reja, sin baches o imperfecciones en las que puedan quedar atrapados algunos sólidos. Preferiblemente el canal deberá ser recto y perpendicular a la reja, con la finalidad de conseguir una distribución uniforme de sólidos en el flujo y la reja. Para reducir al mínimo la decantación de sólidos en el canal, se recomiendan velocidades de aproximación superiores a 0,4 m/s. A caudales punta, la velocidad de paso a través de las barras no deberá ser superior a 0,9 m/s para evitar el arrastre de basuras a través de las rejas.

F: http://www.iit.upcomillas.es/pfc/resumenes/4aa7c26986558.pdf (consulta: 26.05.2014)

DEF: Velocidad media, en un conducto o un cauce, medida a poca distancia y aguas arriba de un vertedero de aforo o de una rejilla de exclusión de peces.

F: DEI

N: 1. velocidad (nf): Procede del latín velocĭtas, -ātis, ‘rapidez’.
de (prep.): Del latín de. Usada para expresar la naturaleza, condición o cualidad de alguien o algo.
aproximación (nf): Deriva del verbo «aproximar» y este, a su vez, del adjetivo «próximo», que tiene su origen en la voz latina proxĭmus, más cercano. Del latín medieval approximātiōn(em) (del latín tardío approximār(e), ‘acercarse’, + latín -tiōnem); documentado en español desde 1493.
2. La velocidad de aproximación del agua se mide en m/s.
3. Las tomas de agua directas sumergidas en el fondo son las recomendables para embalses, lagos, ríos de llanura no navegables y relativamente libres de material de arrastre durante todo el año, o bien para ríos con navegación pero que, por sus características, posibiliten la instalación de la toma. En cualquier caso, se debe asegurar un calado que garantice la superficie permanente de la captación. La velocidad de aproximación del agua a la boca de la toma debe ser inferior a 0,15 m/s para no atraer sólidos ni peces.
4. Las rejas de limpieza manual se utilizan en pequeñas instalaciones o en grandes instalaciones para proteger bombas y tornillos en caso de que sea necesario utilizarlos para elevar el agua hasta la estación depuradora antes del desbaste. También se utilizan junto a las de limpieza automática, cuando estas últimas están fuera de servicio. Las rejas están constituidas por barrotes rectos soldados a unas barras de separación situadas en la cara posterior, y su longitud no debe exceder aquella que permita rastrillarla fácilmente con la mano. Van inclinados sobre la horizontal con ángulos entre 60-80º. Encima de la reja se coloca una placa perforada por la que caerán los residuos rastrillados a un contenedor donde se almacenarán temporalmente hasta que se lleven al vertedero. Con el objeto de proporcionar suficiente superficie de reja para la acumulación de basuras entre limpieza y limpieza, es necesario que la velocidad de aproximación del agua a la reja sea de unos 0,45 m/s a caudal medio. El área adicional necesaria para limitar la velocidad se puede obtener ensanchando el canal de la reja y colocando esta con una inclinación más suave. Conforme se acumulan basuras, obturando parcialmente la reja, aumenta la pérdida de carga, sumergiendo nuevas zonas a través de las cuales pasará el agua. En las rejas mecánicas, se estima que la velocidad de paso debe estar entre 0,6-1,0 m/s. a caudal máximo. La velocidad de aproximación a la reja en el canal debe ser mayor de 0,4 m/s, a caudal mínimo, con objeto de evitar depósitos de arena en la base de la unidad. A caudales máximos (lluvias y tormentas) la velocidad de aproximación debe aumentarse a 0,9 m/s, para evitar que se depositen las arenas dejando bloqueada la reja cuando más necesaria es. A la hora de calcular cuál será la velocidad del agua a través de la reja, se supone que un 25-30 % del espacio libre entre los barrotes está ocupado por los residuos retenidos.
Se crean pérdidas de carga que varían entre 0,1-0,2 m para las rejas gruesas y entre 0,2-0,4 m para las rejas finas.

F: 1. DRAE@; LBR ; DTMe; FCB. 2. https://riunet.upv.es/bitstream/handle/10251/36506/TRABAJO%20DE%20FIN%20DE%20M%C3%81STER%20Humedales.pdf?sequence=1&isAllowed=y (consulta: 15.07.2014); LBR. 3. http://ocw.bib.upct.es/pluginfile.php/6010/mod_resource/content/1/Tema_02_CAPT_AGUAS_SUP.pdf (consulta: 15.07.2014); LBR. 4. http://alojamientos.us.es/grupotar/tar/formatec/tagua/t09_pretratamiento.pdf (consulta: 15.07.2014); LBR.

SIN:
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RC: embalse

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