CG: nf
CA: Agricultura – Selvicultura; Ciencia Forestal – Selvicultura.
CT: La selvicultura: herramienta básica de gestión de los montes
Etimológicamente, selvicultura (o silvicultura) significa cultivo del bosque, definición que recoge el Diccionario de la Real Academia. Pero se trata de un cultivo especial, en el que el producto a obtener no es siempre un bien material ni el único factor determinante de las técnicas a emplear. La selvicultura consiste, básicamente, en el manejo adecuado de las masas forestales con el fin de optimizar el conjunto de sus funciones que pueden ser de interés para la sociedad, asegurando, a la vez, un adecuado estado vegetativo de la misma, lo que incluye su persistencia y estabilidad. Esto supone manejar ecosistemas de diversa índole, con el denominador común de incluir una masa arbolada como formación vegetal dominante. La selvicultura es una disciplina que presenta el doble carácter de ciencia y técnica. La selvicultura se ocupa tanto de la aplicación práctica de técnicas de gestión y aprovechamiento racional de los montes como del estudio, elaboración, análisis y perfeccionamiento de tales técnicas. La selvicultura supone, por tanto, estudio y manipulación del bosque. Y ello porque los sistemas que ha de manejar -los bosques- son tan variados, longevos y frágiles y tan complejos en su funcionamiento, que las técnicas de gestión no pueden ser reducidas a un mero manual de procedimientos. La adaptación de las técnicas a las condiciones reales, en cada caso, es uno de las tareas básicas del selvicultor. Cronológicamente, a lo largo de la historia del aprovechamiento de los bosques, se desarrolla primero una técnica forestal, para el aprovechamiento eficiente de los recursos del bosque, y después, cuando surge la necesidad de racionalizar y perfeccionar la técnica para asegurar, por un lado, la persistencia del sistema y, por otro, el rendimiento sostenido del recurso, es cuando nace la ciencia. Solo a partir de este momento podemos hablar de la existencia de la selvicultura. En la mayoría de los casos, la selvicultura se ocupa del manejo de especies silvestres, junto con su cortejo de organismos acompañantes.
F: MAPA – https://www.mapa.gob.es/ministerio/pags/Biblioteca/Revistas/pdf_AM%2FAmbienta_2009_87_25_34.pdf (consulta: 17.04.2025)
DEF: Estudio del cultivo y protección de los bosques y montes.
F: VRAC p. 910
N: 1. Si se busca «selvicultura» (término creado por composición) en el Diccionario de la lengua española (DLE) de la Real Academia Española (RAE), este recurso remite a «silvicultura» (del latín silva ‘selva, bosque’ y -cultura) y proporciona estas dos acepciones:
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Cultivo de los bosques o montes. Sinónimo: arboricultura.
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Conjunto de técnicas y conocimientos relativos al cultivo de los bosques o montes. Sinónimo: arboricultura.
El Breve diccionario etimológico de la lengua castellana (1987) de Joan Corominas no recoge «selvicultura», pero sí «selva» y «silvicultura».
SELVA, h. 1275. Del latín silva ‘bosque’. El cultismo silva como nombre de una miscelánea, 1541; de cierta composición métrica, 1739.
Derivados. Selvoso, S. XVII. Salvaje, 1335, del occitano y catalán salvatge íd., y este del latín silvaticus ‘propio. del bosque’; del italiano se tomó selvático, 1438; salvajada; salvajería, 1739; salvajina, 1335; salvajismo; selvatiquez.
Cultismos: Silvano, h. 1530. Silvestre, h. 1440. Silvoso.
CPT. Silvicultor; silvicultura.
Silva, silvano, silvestre, silvicultor, silvicultura, silvoso, V. selva.
Sin embargo, como muestra la definición elegida para esta ficha terminológica, el Vocabulario científico y técnico de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (RAC) recoge y define «selvicultura» y si se busca «silvicultura», entonces este recurso remite a «selvicultura».
En cuanto al Diccionario español de ingeniería (DEI) de la Real Academia de Ingeniería (RAING), este recurso lexicográfico se centra en «selvicultura» (como ámbito, lema y sublemas) y proporciona la siguiente información:
- Teoría y práctica sobre el establecimiento, desarrollo, composición, sanidad, calidad, aprovechamiento y regeneración de las masas forestales, para satisfacer las diversas necesidades de la sociedad, de forma continua o sostenible.
- Equivalente en inglés: silviculture.
- Sinónimo: silvicultura.
Tampoco el Diccionario del español jurídico (DPEJ) recoge «silvicultura», sino «selvicultura» en el ámbito del Derecho ambiental:
- Conjunto de técnicas que tratan de la conservación, mejora, aprovechamiento y regeneración o, en su caso, restauración, de las masas forestales.
Ley 43/2003, de 21-XI, de Montes, art. 6.
2. La primera vez que «selvicultura» aparece en un documento en español registrado por el CORDE es en 1876. Autor: Benito Pérez Galdós. Título: Doña Perfecta. País: España. Tema: 12.Relato extenso novela y otras formas similares. Publicación: Domingo Ynduráin, Turner (Madrid), 1993.
La primera vez que «silvicultura» aparece en un documento en español registrado por el CORDE es en 1951.
Según el Nuevo tesoro lexicográfico de la lengua española (NTLLE), aparece recogido por primera vez en el diccionario DOMÍNGUEZ de 1853 (Silvicultura ó selvicultura).
No hay resultados en el Diccionario histórico de la lengua española (DHLE) ni como «selvicultura» ni como «silvicultura».
3. Selvicultura se denomina a una de las disciplinas más relevantes de la ciencia forestal que, con este nombre, se imparte en las Escuelas de Ingenieros de Montes y Forestales de España, únicos centros universitarios en donde se cursa. Sin embargo, la reorganización del Ministerio de Agricultura (2012) ha denominado al departamento forestal «Silvicultura y Montes», abriendo nuevamente el debate –latente desde hace más de un siglo– sobre qué término debe utilizarse.
El protagonismo de silvicultura se debe a la autoridad de consulta del español, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (DRAE, 2001 y anteriores) que, aunque acepta la voz «selvicultura», remite a «silvicultura» que es la que ostenta la definición. La ortodoxia léxica recomienda que los componentes de toda voz compuesta tengan la misma procedencia lingüística y en silvicultura los dos componentes –silvi, «selva» y cultura, «cultivo»− son voces latinas, mientras que en selvicultura el primero es una voz castellana derivada del latín.
Los colectivos que no la utilizan aluden a su «impureza» lingüística. Se podría ver también una falta de aprecio por quienes no han manejado tratados de «Selvicultura» o un afán por utilizar la raíz –silvi, ajena a la tradición forestal, a la que no se sienten o no quieren sentirse ligados, entre otras razones, por el contexto crítico y negativo con que caracterizan las actuaciones selvícolas de los forestales. Por ello no es inocuo el uso de uno y otro término porque, de acuerdo con LORENZANO (2007) «las palabras no son inocentes, tienen historia, tienen filias y fobias, tienen afinidades, tienen carga simbólica, afectiva, ideológica […] tienen su razón de ser. De ahí que no dé lo mismo una palabra que otra, por mucho que el diccionario diga que son sinónimos».
4. Como el paso del tiempo relega al olvido la razón del nacimiento y uso de los términos, creemos ilustrativo conocer el devenir histórico de ambas voces.
Historia del uso de selvicultura en España.
El término se debe a Carlowitz (1713) quien lo utiliza por primer vez en su libro Sylvicultura æconomica, celebrado universalmente en 2013. Con él aludía a la técnica de criar, cultivar y cortar los árboles.
En España la voz la introdujo José Mª Paniagua, catedrático de agricultura en Logroño en Silvicultura o Tratado de plantíos y arbolados del bosque (1841), libro inspirado, cuando no copia, del Cours élémentaire de culture des bois de LORENTZ Y PARADE (1834). Paniagua llamó silvicultura a lo que los franceses consideraron Economía Forestal pues Sylviculture la definen como el cultivo del bosque.
Con este libro se abre la pugna entre ambos términos pues El Eco del Comercio incluiría una «Noticia Oficial» del Ministerio de la Gobernación recomendando su uso por la administración, aludiendo a él como un tratado de Selvicultura, mientras que al día siguiente el mismo periódico incluye un «Anuncio» que recupera el nombre de Silvicultura.
Un Decreto de Espartero (1843), que no prosperaría, establece en Madrid «una escuela especial de Ingenieros de Montes y Plantíos, y en varias provincias escuelas de selvicultura, agrimensura y aforaje», voz que se repite en la norma y en el reglamento. En 1845, la sociedad económica Matritense premia la obra Memoria sobre el sistema más conveniente de Selvicultura, de Mariano Marcuartu.
En 1846 Paniagua publica Calendario del silvicultor o Manual de silvicultura práctica, año en que un nuevo decreto, impulsado por Bernardo de la Torre (1792-1875), establece una Escuela especial de Selvicultura para promover el cultivo y conservación de
montes y plantíos. En 1847 se aprueba el Reglamento Orgánico de la Escuela que se llamaría «de Montes». El decreto alude a la «selvicultura» y a los selvicultores aunque no se cita entre las materias impartidas pues a lo que el decreto de 1846 llamó selvicultura el de 1847 llama dasonomía. El cambio es obra de Agustín Pascual, cofundador de la Escuela de Montes y quien españolizó la glosología forestal. Su juventud y carácter complaciente le llevarían a no enmendar la plana a los redactores de los decretos.
Paniagua tampoco lo hará pues, en 1847, en otro texto rectificaría: «Como fui el primero que escribí en España […], le di el nombre de silvicultura a esta ciencia, conformándome con el uso de otras naciones y la analogía con la palabra agricultura, cuya raíz Agrum (campo) es latina, así como Silva lo es de selva o bosque; pero habiéndose adoptado posteriormente por el gobierno el nombre de Selvicultura, lo uso ya en este escrito».
5. El uso de ambas voces se puede valorar en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional. Desde 1840 hasta 1939 hay 934 citas de selvicultura frente a 208 de silvicultura, lo que refuerza el predominio del término desde sus inicios. En el buscador de Montes (1868-2012) domina la raíz selvi- (291 veces) aunque silvi- aparece 34 veces. En el diario nacional más antiguo (ABC, 1903-2012) ambos términos mantienen posiciones parecidas (133 frente a 148) pese a ser silvicultura voz «oficial» durante más de un siglo.
Relacionar los artículos científicos y técnicos actuales que usan la voz «selvicultura» en España sería prolijo pero evidenciaría que la voz sigue tan viva, o más, que en sus inicios. Por ello, se considera prioritario el uso del vocablo «selvicultura»; por respeto a los orígenes de los forestales, a sus maestros y a la tradición más que centenaria de la que nos sentimos orgullosos. Y porque, parafraseando a Pascual (1870), «el uso, padrino natural, ha dado su veredicto».
F: 1. DLE – https://dle.rae.es/selvicultura?m=form, https://dle.rae.es/silvicultura#EYLDA68 (consulta: 17.04.2025); GTG – https://www.rae.es/gtg/composici%C3%B3n (consulta: 17.04.2025); VRAC pp. 910 y 920. 2. (consulta: 17.04.2025); COR (1987) pp. 529 y 536; DEI – https://diccionario.raing.es/es/lema/selvicultura (consulta: 18.04.2025); DPEJ – https://dpej.rae.es/lema/selvicultura (consulta: 17.04.2025). 2. CORDE (consulta: 17.04.2025); NTLLE (consulta: 17.04.2025); DHLE (consulta: 17.04.2025). 3 a 5. UPM – https://oa.upm.es/35422/1/INVE_MEM_2014_192397.pdf (consulta: 17.04.2025).
VO: silvicultura
F: VRAC pp. 910 y 920; MAPA – https://www.mapa.gob.es/ministerio/pags/Biblioteca/Revistas/pdf_AM%2FAmbienta_2009_87_25_34.pdf (consulta: 17.04.2025).
SIN:
F:
RC: balsero, biomasa, bioma, brinzal, corta a hecho, defoliación, deforestación, desertificación, desmonte, ecología, estéreo, incendio forestal, inóculo, medio ambiente, ósmosis, roturación, selva, tocón, troza, turba.